Este vertical permite interpretar y clasificar información legal a partir de 5.231 conceptos y 6.053 lemas introducidos por un equipo de siete lingüistas de nuestra compañía
– Expert System (EXSY.MI), la empresa líder en tecnología computacional cognitiva multilingüe para la gestión eficaz de la información no estructurada, ha anunciado hoy que ha desarrollada una red semántica en castellano orientada a la interpretación y clasificación de textos y fuentes documentales jurídicas, utilizando tecnología de inteligencia semántica. Para el desarrollo de este proyecto Expert System ha tomado como referencia más de 8.300 definiciones jurídicas. Durante un par de meses hasta siete lingüistas de la nuestra compañía han trabajado en el control de estos conceptos, evaluando la pertinencia de introducirlos en la red, lo que ha dado como resultado una red semántica compuesta por 5.231 nuevos conceptos y 6.053 lemas, que abarcan las distintas ramas del derecho civil, penal, privado, público y administrativo, comercial, internacional o canónico.
Las aplicaciones prácticas de contar con una red semántica de conceptos jurídicos para los despachos de abogados se traduce en la posibilidad de contar con un detallado análisis de textos legales, lo que permite localizar áreas, materias, sectores, profesionales, clientes, leyes o normativas…, con el valor añadido que no se trata únicamente de un recopilatorio, sino que la tecnología semántica permite entender su aplicación de forma avanzada para obtener mejores resultados en la defensa de intereses legales. Todo ello se completa además con el descubrimiento de relaciones existentes entre todas estas entidades. De esta manera, el sistema permite descubrir aspectos como las veces que una determinada organización ha recibido querellas o la relación existente entre según qué tipo de sentencias con un sector de actividad determinado, entre otras muchas aplicaciones
Un proyecto tipo basado en la tecnología de Expert System permite Identificar necesidades de conocimiento (profiling de profesionales); sistematizar la adquisición y clasificación de las fuentes (jurisprudencia, doctrina, experiencias) a partir de documentación externa (boletines oficiales, organismos reguladores, etc.) o propias (informes, análisis, etc); sistematizar el conocimiento (adaptar el formato a la necesidad); y, finalmente, distribuirlo en un entorno colaborativo y abierto entre abogados del propio despacho y sus clientes.